miércoles, 9 de junio de 2010

La verruga peruana


En esta oportunidad, hablaremos de la enfermedad infecciosa que llegó a matar a miles de personas en el año 1875. La verruga peruana, también conocida como: “verruga de sangre”, “verruga blanda”, “verruga andícola” o “verruga mular”, es producida por la bacteria Bartonella bacilliformis (1). Esta es transmitida por la hembra del mosquito, llamada “titira“(Lutzomyia verrucarum) durante la noche (a partir de las 6pm), cuando sale esta a alimentarse. Se cree que primero succiona sangre de una persona ya infectada con la enfermedad e incubadora de la bacteria, luego la transmite a una persona sana a través de su saliva en el momento que se alimenta de esta. Se han reportado casos en las regiones montañosas de Perú, Ecuador y Colombia. (2) Esta enfermedad no es contagiosa, aunque se consideraba que sí. Para que la bacteria pueda incubarse en la persona, esta necesita estar en una adecuada temperatura (25ºC a 28ºC). Por esta razón, los meses dónde se incrementa el número de los casos es entre marzo y junio. La verruga peruana comprende de cuatro periodos. El primero es de incubación, que dura aproximadamente de 8 a 30 o 40 días. El segundo es el periodo de invasión, que se divide en otros dos sub-períodos. Una de las características es que presenta dolores óseos en todo el cuerpo sumamente fuertes, más que en todo, en las articulaciones. Empiezan a ponerse rígidos algunos músculos, produciendo, por ejemplo, tortícolis o contracturas. Llegaban a tener fiebre de hasta 40º centígrados, que variaba durante todo el día. Además, la piel se torna de un color pálido y terroso, el corazón late más débil y se sufre de anemia que cada vez, va empeorando. El tercero es el de erupción, que dura desde los 20 días de ya iniciada la enfermedad, hasta los seis u ocho meses siguientes. Las erupciones brotan constantemente, en cualquier parte del cuerpo, externa o interna (menos frecuente). Éstas, pueden causar hemorragias graves empeorando la anemia inicial que presenta el enfermo. Por último, en el cuarto período, es la regresión del tumor dejando al final una mancha blanquecina recubierta con escamas que desaparecen poco a poco sin dejar marca de que indique que ahí ha estado una verruga. (3)


En cuanto a su evolución histórica, los orígenes de esta enfermedad son inciertos, sin embargo existe evidencia de que en la época precolombina hubo casos de dicha enfermedad y esto se ha podido apreciar a través de huacos y monolitos de la época. Posteriormente, en la conquista de América las tropas españolas sufrieron los síntomas de la enfermedad (fiebre, verrugas), lo cual causo gran cantidad de muertos y enfermos. Consecutivamente en la época de la República (1870-1906) se produjo una grave epidemia durante el periodo de la construcción del ferrocarril de Lima a La Oroya. En esta construcción participaron millones de trabajadores de diferentes nacionalidades, de los cuales fallecieron más de 7,000, debido a la enfermedad conocida como la “Fiebre de la Oroya”. Esta enfermedad también se denomino como Verruga peruana, porque muchas de las personas que la padecieron, presentaron erupciones dérmicas rojizas. Dicha epidemia promovió un mayor interés en su investigación dentro de la comunidad médica internacional. Ulteriormente en 1885, el estudiante de medicina peruano Daniel Alcides Carrión investiga e indaga acerca de esta enfermedad, haciendo un gran sacrificio al inocularse en el brazo sangre de una verruga y desde ese momento anota los síntomas y signos de la enfermedad, convirtiéndose así en el mártir de la medicina peruana. En 1905 otro médico peruano, Alberto Barton, identificó la bacteria Bartonella bacilliformis como agente causante de la enfermedad de Carrión. Finalmente en 1913, Townsend descubrió al Lutzomyia verrucarum como el medio responsable de transmitir la bacteria bartonella. (4)


“Tradicionalmente, la Bartonellosis ha sido detectada en la populación andina que se encuentra entre los 500 y 3200 msnm. Sin embargo, la mayoría de los casos son en Perú (3500 casos).”Los síntomas predominantes que se presentaron durante la aparición de la enfermedad (1955-1966) fueron fiebre y nauseas. Años después (2002) la fiebre siguió siendo un síntoma junto con el malestar.

Durante los estudios realizados se demostró que el 60% de la población afectada por la Bartonellosis aguda, fueron los lactantes e infantes. La mortalidad de personas sin tratamiento alguno varían desde 1% al 88%.

En los estudios realizados en el 2002, en la zona norte del país, se encontraron 399 casos en fase aguda, de los cuales el 78.2% fue en menores de cinco años.

Se puede concluir que la mayoría de los casos de Bartonellosis se da en niños. Desde 1955 al 2002 los casos han ido en aumento; de 25 casos a 399. (5)



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En la era pre- antibiótica, las personas al no tener fármacos necesarios para tratar esta enfermedad se morían. Era el caso de que la mortalidad de ese entonces era más del 90% y al pasar los años, esta mortalidad empezó a descender y llegó a ser el 8.8 %. Pero aún siguen habiendo casos que presentan el desarrollo de esta bacteria, por lo que aún sigue siendo un problema para la salud de la sociedad peruana.

Hace poco se realizó un estudio en el Perú de 248 pacientes en la fase aguda de la enfermedad, en donde el 86.7% le dieron un tratamiento con cloramfenicol por tres días, pero no todos ellos necesitaban una dosis tan alta, por lo que el 66.1% le dieron le volvieron a dar este medicamento con dosis más bajas. También se estudió a 270 personas que padecen esta enfermedad, pero en fase eruptiva. De estos, el 96.3% se trató con rifampicina; sin embargo, no todos tomaron dicho antibiótico en la misma cantidad de días, algunos lo necesitaron más. De este estudió se concluyó que: en la fase aguda utilizan antibióticos como cloramfenicol solo o mezclado con penicilina y que en la fase eruptiva, el tratamiento con la rimfapicina fue mucho mejor que con los anteriores fármacos estudiados. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que el ciprofroxacino da mejores resultados. (6)

Referencias:


(1) Tauro Del Pino A. Enciclopedia ilustrada del PERÚ. Tercera ed. Lima, Perú: Peisa; 2001.


(2) Cesar Gonzáles R, Ciro Maguiña V, Felipe Heras M, Luis Conde-Salazar G. Bartonelosis (Fiebre de la Oroya o Verruga Peruana): ¿Enfermedad ocupacional? Medicina y Seguridad del Trabajo [Internet]. 2007[Citado 2010 Jun 08]; 53(209):35-41.

(http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2007000400006&lang=pt)


(3) Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Apuntes sobre la Verruga Peruana. Anales de la Facultad de Medicina [Internet]. 1998[citado 2010 Jun 08]; 59(3). Disponible en: http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/anales/v59_n3/verruga_peruana.

(http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/anales/v59_n3/verruga_peruana.htm)


(4) Cesar Gonzáles R, Ciro Maguiña V, Felipe Heras M, Luis Conde-Salazar G. Bartonelosis (Fiebre de la Oroya o Verruga Peruana): ¿Enfermedad ocupacional? Medicina y Seguridad del Trabajo [Internet]. 2007[citado 2010 Jun 08]; 53(209):35-41.Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2007000400006&lang=pt

(http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2007000400006&lang=pt)


(5)Huarcaya Erick, Maguiña Ciro, Torres Rita, Rupay Joan, Fuentes Luis. Bartonelosis (Carrion's Disease) in the pediatric population of Peru: an overview and update. Braz J Infect Dis [serial on the Internet]. 2004 Oct [cited 2010 June 09] ; 8(5): 331-339. Available from: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-86702004000500001&lng=en. doi: 10.1590/S1413-86702004000500001.


http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-86702004000500001&lang=pt


(6) CASTILLO SCHILDER, Rosa, TERRONES CAMPOS, Cynthia, YABAR BEDOYA, David et al. Conocimientos, actitudes y prácticas respecto a la bartonelosis aguda (fiebre de la Oroya) en los pobladores del distrito de Ollantaytambo, provincia de Urubamba, en el Valle Sagrado de los Incas, Cusco, Perú. Acta méd. peruana. [online]. abr./jun. 2008, vol.25, no.2 [citado 08 Junio 2010], p.58-62. Disponible en la World Wide Web: . ISSN 1728-5917.


(http://pesquisa.bvsalud.org/regional/resources/lil-536437)


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