En esta oportunidad, hablaremos nuevamente de la enfermedad infecciosa que ha causado muchos estragos en la sierra y selva de nuestro país: la Bartonelosis (también llamada enfermedad de Carrión o Verruga peruana) es una infección emergente en las ciudades, suburbios y zonas rurales. Esta enfermedad es causada por la bacteria Bartonella bacilliformis, la cual es transmitida por “la mosca de arena” o Lutzomyia verrucarum 1. La enfermedad presenta dos fases bien definidas: la primera es la fase aguda hemática (Fiebre de la Oroya) y la segunda es la fase crónica eruptiva (Verruga Peruana). La fase aguda o fiebre de la Oroya dura hasta cuatro semanas y puede llegar a ser mortal en un 90% si no es tratada. Las complicaciones más resaltantes dentro de la primera fase son: insuficiencia cardiaca, pericarditis efusiva, edema pulmonar agudo, shock cardiovascular y taponamiento cardiaco. Se ha encontrado que las complicaciones neurológicas pueden ser marcadores de letalidad. La gran mayoría de pacientes tratados durante esta fase se recuperan completamente, mientras que otros fallecen o alcanzan la segunda fase. La segunda fase o Verruga Peruana se presenta en zonas endémicas afectando a niños y adolescentes. Estas erupciones se presentan en su mayoría sin haber presentado los síntomas de la primera fase. El tratamiento dura de 3 a 6 meses y no dejan ninguna cicatriz. 2
Los inicios de esta enfermedad empezaron años atrás. Entre los años 1870 y 1906 (época de la república), se construyó el ferrocarril de la ruta Lima- La Oroya en el cual participaban una gran cantidad de extranjeros. Por el lugar de la construcción, siendo esta la Oroya, todos ellos sufrieron esa gran epidemia, donde los sobrevivientes presentaron erupciones dérmicas rojizas, lo que hoy en día, se les conoce como verruga peruana; pero en ese tiempo se desconocía la relación que había entre fiebre de la Oroya y la Verruga Peruana. Al darse a conocer estos acontecimientos, un estudiante de medicina de séptimo año de medicina de la Universidad Cayetano Heredia llamado Daniel Alcides Carrión, decidió experimentar los síntomas de esta enfermedad inoculándose sangre de un paciente infectado con la bacteria anteriormente mencionada 3, esto lo condujo a la muerte en octubre de 1885 ya que su cuerpo no resistió los fuertes síntomas y no llegó a pasar a la segunda fase. En el año 1905, otro gran médico llamado Alberto Barton describió a la bacteria que producía esta enfermedad. Poco tiempo después, en el año 1913, Towsend identificó el mosquito del cual procedía la bacteria, llamado Lutzomyia verrucarum 4. Esta enfermedad también se pudo ver en la época precolombina, plasmado en los huacos y monolitos de la época. Cuando hubo la invasión de los españoles, estos sufrieron la enfermedad siendo vencidos por los fuertes síntomas que les provocaba la verruga peruana. Como se puede apreciar, esta enfermedad fue una endemia ancestral que afectó y aún sigue afectado a la población interandina y algunas zonas de la selva alta. 5 Esta enfermedad no sólo ha sido estudiada por los médicos previamente mencionados, sino también, especialistas extranjeros.
En relación al análisis cuantitativo, el siguiente cuadro muestra la proporción de los casos de la Enfermedad de Carrión según los distintos estratos sociales en Ancash Perú desde 1994 -1999. En esta tabla se observa que con el transcurso de los años se ha incrementado de 14% en 1984 hasta 32% en 1999. Asimismo el estrato no pobre reporta solo el 0.2% y su variación durante el transcurso de los años siguientes fue mínimo, lo cual plantea la posibilidad de que dicha enfermedad no afectaba a personas con mayores capacidades económicas posiblemente, porque ellas no estaban en contacto con el vector transmisor de la enfermedad. Es importante recalcar que las personas que se encuentran en el estrato de pobreza tienen una mayor tendencia a presentar la enfermedad de Carrión. Además, el año en el cual se presenta la mayor incidencia de la enfermedad es en 1994 en el estrato de pobreza y en 1997 en el estrato de extrema pobreza, el cual se presenta un cambio representativo. 6
Tabla n°6
Posteriormente también se realizó otra investigación acerca de los síntomas que predominaban en el desarrollo de la enfermedad durante diferentes épocas.
En el estudio retrospectivo llevado a cabo entre 1976 y 1985 en Lima, Espinoza detecto 39 pacientes con Bartonellosis con una edad promedio de 10. Los síntomas predominantes fueron la fiebre, malestar general, hiporexia y nauseas. Además se observa que los síntomas principales son hepatomegalia, inflamación de ganglios linfáticos, palidez y soplo sistólico. Las complicaciones con mayor incidencia son el desarrollo neurológico, el cual se aprecia en una disminución de la sensibilidad, enfermedades respiratorias y artralgias.
Luego, se hicieron otros estudios por parte de Maquiña y Rupa, el cual incluía 68 pacientes con la fase inicial de Bartonellosis. De estos pacientes se observó que el 49% eran menores de 14 años. Los síntomas principales que se presentaron en dichos pacientes fueron malasia, fiebre, anorexia, dolor abdominal entre otros. Asimismo se observa que el 70 %de los niños afectados tenía inflamación de ganglios linfáticos. Consecutivamente en el 2002 durante la epidemia en Jaen y San Ignacio (Cajamarca) se encontró 399 casos de la fase aguda en una población pediátrica. Además se observa que la presencia de los síntomas de la enfermedad se ha reducido a comparación de los años anteriores.7
En cuanto a la situación actual, de acuerdo con el NEJM (New English Journal of Medicine) hoy en día el mal de la Bartonella, más conocido como la fiebre de la Oroya, se encuentra relativamente desarrollado, ya que en comparación con 1992 cuando solo se conocía una cepa, en la actualidad existen 19 variantes de la enfermedad que mutaron de la original. Además se conoce que el ser humano es portador de solo 2 especias mutadas de Bartonella: B. Quintana y la B.bacilliformis; y las demás cepas las llevan la mayoría de mascotas como los perros, animales entre otros animales de balanceado. Por otro lado, en estudios realizados con la misma revista, se dice que los indicies de Bartonella Baciliformis se dan en el Chile, en Perú y Ecuador, centrados en la zona rural de la selva en los respectivos lugares para comer y ser atendido.8
Referencias:
1 Chamberlin, J.; Laughlin, L.; Romero, S.; Solórzano, N.; Gordon, S.; Andre, R.; Pachas, P.; Friedman, H.; Ponce, C.; Watts, D. Epidemiology of Endemic Bartonella bacilliformis: A Prospective Cohort Study in a Peruvian Mountain Valley Community. The Journal of Infectious Diseases. [Internet]. 2002 [citado 2010 Junio 22]; 186(7): 983-990. Disponible en: http://www.journals.uchicago.edu/doi/full/10.1086/344054?prevSearch=%2528bartonellosis%2529%2BAND%2B%255Bjournal%253A%2Bjid%255D&searchHistoryKey
2 Maguiña, C.; Ugarte-Gil, C.; Breña, P.; Ordaya, E.; Ventosilla, P.; Huarcaya, E.; Henriquez, C. Actualización de la enfermedad de Carrión. Revista Médica Herediana. [Internet]. 2008 [citado 2010 Junio 22]; 19(1). Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-130X2008000100007
3 Hammoud K, Hinthorn D, Edwards B. Bartonellosis. Emedice. [Internet]. 2008 [citado 2010 Junio 22] Disponible en: http://emedicine.medscape.com/article/213169-overview
4 Alarcón, Jorge.Carrión como científico: análisis metodológico del experimento de Carrión/ Daniel A. Carrión as a researcher: a methodological analysis of his experiment. Anales de la Facultad de Medicina. [Internet]. 1998 [citado 2010 Junio 22]; 1998;59(3). Disponible en: http://pesquisa.bvsalud.org/regional/resources/lil-227825
5 Cesar Gonzáles R, Ciro Maguiña V, Felipe Heras M, Luis Conde-Salazar G. Bartonelosis (Fiebre de la Oroya o Verruga Peruana) ¿Enfermedad ocupacional? Medicina y Seguridad del Trabajo [Internet]. 2007[Citado 2010 Jun 08]; 53(209):35-41. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2007000400006&lang=pt
6 Pachas P. EPIDEMIOLOGÍA DE LA BARTONELOSIS EN EL PERU. Instituto Nacional de Salud [Internet]. 2000 [citado 2010 Junio 22]. Disponible en: http://www.ins.gob.pe/insvirtual/images/otrpubs/pdf/M%C3%B3dulo%20T%C3%A9cnico%2013%20Bartonella.PDF
7 Huarcaya E, Maguiña C, Torres R, Rupay J, Fuentes L. Bartonelosis (Carrion's Disease) in the pediatric population of Peru: an overview and update. Brazilian Journal of Infectious Diseases [Internet]. Octubre 2004 [citado 2010 Junio 22] 8(5): 1413-867. Disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-86702004000500001
8 Wormser G. Discovery of New Infectious Diseases – Bartonella Species. The New English Journal of Medicine [Internet]. 7 de Junio del 2007 [citado 2010 Junio 22]; 356 (23):2346-2347. Disponible en: http://content.nejm.org/cgi/content/full/356/23/2346
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